Todo comenzó en Lima, en 1994, cuando un joven universitario soñó con una forma diferente de regalar rosas: transformar una flor en una experiencia. A los 23 años, Rollin Thorne, con el firme propósito de concretar esa visión, vendió el único bien que poseía — el coche que su padre le había regalado con mucho esfuerzo y que, aunque antiguo, era su mayor tesoro — y apostó por una idea audaz: reinventar la forma de regalar flores.

Así nació Rosatel, una marca pionera que revolucionó el mercado floral en América Latina al introducir las icónicas cajas blancas con rosas de lujo, combinando emoción, diseño y entrega personalizada. Apenas dos años después, la marca ya era una referencia regional, fue distinguida con el Premio de Creatividad Empresarial de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) e inició una exitosa expansión por varios países de América Latina, consolidando su liderazgo en el sector.

Con el paso del tiempo, y tras un recorrido sólido y reconocido, Rollin vendió su participación en Rosatel y se trasladó a Europa con una nueva visión.

En 2024, ya instalado en Portugal, vuelve a apostar por la emoción de regalar flores, esta vez junto a dos socias: Janice Seinfeld, economista con enfoque estratégico, sensibilidad social y doctorado (PhD) por la Universidad de Harvard; y Talia Zeni, abogada con un máster en desarrollo sostenible por la Universidad de Barcelona y amplia experiencia en logística. Ambas aportan una visión estratégica, estética y contemporánea, profundamente alineada con el estilo de vida europeo.

Juntos fundan QRoses, una marca que fusiona diseño, excelencia y vanguardia.

Hoy, QRoses florece en Portugal y comienza su expansión por Europa con una misión clara: transformar un gesto en una emoción auténtica y duradera. Porque regalar flores es siempre un acto de belleza y emoción que verdaderamente toca a quien las recibe.